¿Fondos Europeos de Ayudas Next Generation para las Comunidades de Propietarios?


En las últimas fechas he participado en diferentes jornadas sobre las ayudas Next Generation, aplicables a la rehabilitación energética de los edificios y, principalmente, a los que se refieren a las Comunidades de Propietarios, a cuyos comuneros representamos los Administradores de Fincas colegiados.

Desde la presentación de las ayudas a la Rehabilitación Energética de la Comunidad de Madrid en el Colegio de Aparejadores, a la I Cumbre sobre la financiación en la rehabilitación organizada por AUNA y el colegio de Arquitectos en sus respectivas sedes colegiales, hasta las organizadas por el Area Delegada de la Vivienda del Ayuntamiento de Madrid, con los Grupos de Trabajo del Observatorio de Vivienda y Rehabilitación de la Ciudad de Madrid: GT2: Mejoras en la Habitabilidad: Accesibilidad y GT3: Mejoras en la Habitabilidad: Eficiencia Energética, celebrada en la Nave del Ayuntamiento en Villaverde.

En todas ellas, ha estado presente la gran preocupación existente entre nuestros políticos y agentes involucrados en todo el proceso de la accesibilidad, la rehabilitación y la eficiencia energética, ante la falta de solicitudes por los usuarios para realizar obras de mejoras respecto a la eficiencia energética y solicitar las ayudas que se podrían conseguir, si se les conceden, las subvenciones previstas con los fondos Europeos de las Ayudas Next Generation.

Algunos usuarios, e incluso los profesionales de la construcción, solicitan información sobre el tipo de ayudas que se podrían obtener, las condiciones y plazos, pero luego la realidad es que las solicitudes de esas ayudas por parte de las Comunidades de Propietarios son muy escasas.

Crece una gran preocupación entre todos los agentes que veían en estas ayudas un gran plan de trabajo para todos ellos y se encuentran con una cruda realidad: la demanda es muy escasa y de no llegar a las cuotas de rehabilitación energética marcadas por la Unión Europea para la concesión de esas ayudas, no se concederán.

Mi asistencia presencial estaba motivada, por un lado, como representante del Colectivo de Administradores de Fincas de Madrid y por otro como invitado a título personal. Tenía mucho interés en asistir a todas ellas, por informarme directamente de unas ayudas a las que se les está dando una importancia enorme para que los usuarios, nuestros administrados, se decidan a rehabilitar los edificios de sus Comunidades de Propietarios, aprovechando esas ayudas que la Unión Europea nos va a conceder... bajo determinadas condiciones, eso sí.

Me preocupaba que los Administradores de Fincas pudiéramos estar mal informados sobre el tema y nuestras respuestas a nuestros administrados no fueran las correctas para convencerles y animarles a aprovechar esa ocasión única para rehabilitar sus edificios y reducir los costes tan elevados de la calefacción y electricidad que están sufriendo.

La realidad del día a día, ahora que estamos los Administradores de Fincas de Madrid celebrando juntas en la comunidades, es que nos vemos incapaces de convencerles y animarles a hacer esas obras. La mayoría de los usuarios, por no decir que casi la totalidad de ellos, se niegan prácticamente a realizar en estos momentos cualquier obra que no sea imprescindible. Debido principalmente al tema económico.

Eso me lleva a reflexionar sobre las respuestas que nos suelen dar en las reuniones y otras que la experiencia me dicta:

  • ¿Son estos momentos los más idóneos para acometer unas obras de rehabilitación y eficiencia energética, que en la mayoría de los casos van a representar un coste por vivienda entre 15.000 € y 20.000 €?
  • ¿Qué garantía tenemos de que nos van a conceder algún tipo de ayuda y no va a pasar como en otras ocasiones (ascensores, cambio de caldera de carbón por otra de gas, rehabilitación de fachada por obras de la ITE) que se han solicitado, empezado las obras, y nos llega una comunicación diciendo que se han agotado los fondos?
  • Debido a la gran subida del gas, en las Comunidades con calefacción central por columnas verticales y/o agua caliente, se han subido los presupuestos un 20%, pero se tienen unas deudas con las Compañías suministradoras de gas que oscilan entre los 21.000 € y los 45.000€, con lo que se están pagando entre cuotas de Comunidad normal/mensual y derramas extraordinarias entre 650 € y 950 € mensuales.  Cantidades muy difícil de asumir por muchos de ellos, motivo por el que se niegan a realizar cualquier obra que no sea imprescindible por rotura, o Real Decreto que imponga su ejecución.
  • ¿Por qué a las Comunidades de Propietarios con calefacción central, las empresas comercializadoras de gas le aplican la tarifa 4ª,  la más cara, que corresponde a grandes consumidores y a una Comunidad con calefacciones individuales la tarifa 2ª, cuando la suma de los consumos de cada una de estas viviendas es superior al de la que la tiene centralizada?
  • Las ayudas para las familias vulnerables llega hasta el 100% del coste de las obras. No es de recibo, cuando hablamos de viviendas de propiedad privada? Las ayudas para alimentación, sanidad o educación, totalmente de acuerdo que sea del 100%, porque es una ayuda a título personal. Pero si a un copropietario con cuota de propiedad igual que la de la familia vulnerable, se le concede una ayuda del 40% o 60%, la diferencia hasta el 100%, se le da al vulnerable gratuitamente para no paralizar la rehabilitación. Pero esa diferencia se debería inscribir en el Registro de la Propiedad con la obligación de que cuando se venda o tramita,  se devuelva, con intereses o no. Porque, si cuando se rehabilita la finca y la vivienda, muere el propietario, lo llevan a una residencia o se va a vivir con algún hijo/a, el piso se vende en menos de un mes y se aprovechan de esa ayuda extra, que se paga entre todos los españoles. Sin embargo, el resto de copropietarios del edificio tienen que continuar pagando unas derramas extras durante varios años, de las que está exenta la vivienda de la persona vulnerable.
En un descanso de la I Cumbre sobre la financiación en la rehabilitación, le manifestaba al Sr. Director General de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, D. Francisco Javier Martín Ramiro, la preocupación del colectivo de Administradores de Fincas colegiados de Madrid, por el costo del gas (además de la electricidad) en las Comunidades de Propietarios con calefacción central. Dado que, con lo elevado del precio que se les cobra muchas de ellas se están planteando no poder encender las calefacciones o reducir el horario de encendido al mínimo.  Como el invierno venga un `poco riguroso de frio, posiblemente nos vamos a encontrar con un gran problema ciudadano. 

A día de hoy, los medios de comunicación hablan de una Comunidad de Propietarios de Logroño que han acordado en Junta no encender la calefacción. Y en la que yo vivo, se acordó hace unos días reducir, de momento, el horario en 4 horas. Pero es que esa es la situación real actual: que los usuarios no pueden pagar las cuotas mensuales tan elevadas que hay que girar, agravada por otras circunstancias anexas.

Los políticos, con la buena intención de facilitar la comunicación con los usuarios e informarles directamente de todo lo relacionado con esas rehabilitaciones que se deberían hacer (y que todos estamos de acuerdo con ello, pero...¿en estos momentos de crisis económica?) y ante la dificultad que es para ellos hacerlo directamente, han creado unas figuras externas como son las Oficinas de Rehabilitación y el Agente Rehabilitador. En todo esto se olvidan de los imprescindibles, aunque lo dicen en todas las reuniones, los Administradores de Fincas colegiados que estamos en contacto directo día a día con los usuarios.

Todo el mundo comprende que, y suele realizar, que si tienes que contratar un abogado o un arquitecto para que defienda tus intereses, no se te ocurre contratar a uno que defienda o dependa, además, de la parte contraria. Por muy honorable y leal que pueda ser... por si acaso.

Pues bien, las Oficinas de Rehabilitación están funcionando, mayoritariamente creadas por Colegios profesionales cuyos colegiados intervienen como agentes en la rehabilitación y también se han creado algunas  por colectivos de empresas constructoras, que también tienen  intereses particulares. 

Los usuarios preguntan a los Administradores de Fincas colegiados si esos datos que les dan en las Oficinas de Rehabilitación son reales, o están  rebajados o subidos de coste para animarlos a rehabilitar. En cambio, cuando la información es de una oficina municipal, las dudas son muy escasas.

Con lo del Agente Rehabilitador las dudas y desconfianza son aún mayores -porque algunos, incluso, forman parte de las empresas constructoras- ¿Alguien cree que una Comunidad de Propietarios le va a dar un cheque en blanco a un Agente Rehabilitador, al que no conoce, para que contrate un técnico que realice un proyecto de las obras, contrate a la empresa constructora, solicite y cobre personalmente las subvenciones para, luego los comuneros pagar las derramas que correspondan? Si a su Administrador de Fincas, que lleva varios o muchos años administrándoles, le piden tres presupuestos para casi todo y siempre hay algún propietario o varios que los miran con lupa. Eso solo ocurriría en el caso de que la rehabilitación fuese financiada exclusivamente con fondos públicos en su totalidad, pero... no hay dinero para todos los edificios privados a rehabilitar.

¿Quién ha estado encargándose de hacer todas las rehabilitaciones de los edificios, desde el año 2000 en que se creo en Madrid la Inspección Técnica de Edificios (ITE), y se han realizado miles? Los Administradores de Fincas colegiados en colaboración con su Colegio Oficial de Madrid y en su caso, con algún o algunos propietarios de la Comunidad que se involucraban.

Comprendemos, porque lo estamos viviendo en el día a día, la postura de los usuarios; pero a pesar de ello el colectivo de Administradores de Fincas colegiados seguimos informando y animando en su caso para que se rehabiliten energéticamente los edificios, se eliminen las perdidas por fachadas y cubiertas y se reduzcan los consumo actuales.
 
Pero eso sí, ahora queremos que se reconozca nuestro trabajo extraordinario en todo este proceso y que además se nos paguen los honorarios extraordinarios por esa intervención, que no tiene nada que ver con el trabajo ordinario de administrar la Comunidad. Y que al igual que a los demás agentes que intervienen y cobran honorarios por ello, a nosotros se nos abonen también (intervengan o no Oficinas de Rehabilitación y/o Agentes de la Rehabilitación) y se incluyan en las partidas subvencionables.

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